Fiquem vocês sabendo que, muito mais cedo que tarde, abrir-se-ão de novo as grandes alamedas por onde passe o homem livre, para construir uma sociedade melhor.

(Últimas declarações de Salvador Allende ao povo chileno a 11 de Setembro de 1973, quando os aviões dos generais fascistas já bombardeavam o Palácio de La Moneda)

16 de março de 2020

"Sobre la Degeneración del Conocimiento Iniciático"


Com a devida vénia e na Língua original trascrevemos da Revista Retales de masonería – No 105 – Marzo 2020, o artigo do venerável Irmão Melki-Tsedek com o Título "Sobre la Degeneración del Conocimiento Iniciático"

A ignorancia de un elevado número de los hombres en nuestra época, ha traído como consecuencia la
degeneración del conocimiento iniciático, produciendo una “miopía” intelectual1 característica de este último periodo del ciclo de la presente humanidad terrestre en el que nos encontramos2; esta ignorancia puede resumirse en suma bajo el nombre común de incomprensión; pero debe entenderse bien que soportar esta incomprensión no implica de ningún modo que uno deba hacerle concesiones, ni que deba abstenerse de rectificar los errores a los que da nacimiento. Los iniciados, y en especial los maestros en las logias (o sus equivalentes en otras tradiciones), deben cumplir un rol preponderante en todo esto. De acuerdo con un Principio Cosmológico y Tradicional de
las “Casta”3 (llamada Vârna en Sánscrito) los Maestros encarnan la clase Sacerdotal (Brâhmanes) -ya casi desaparecida en todo el mundo4 -; y todo “Sacerdote”5, tiene como misión: la conservación, la trasmisión y – sobre todo – la protección del conocimiento tradicional; esto último implica
que se debe evitar que este conocimiento caiga en manos de personas “no cualificada” (no apta para la iniciación), así mismo, debe evitar que se degenere dicho conocimiento; y es precisamente lo que está ocurriendo, dada la inclusión de elementos de índole profano (sociales, morales, sentimentales, democráticos, igualitarios, progresistas, académicos, científicos y filosóficos entre otros) que están causando mucho daño al conocimiento tradicional y en especial al iniciático. La inclusión del falso principio iniciático de la “tolerancia” – en especial en la masonería donde ha calado mucho – ha facilitado tal proceso degenerativo.

1 Entiéndase aquí INTELECTUAL -no a la manera profana como se conoce este término- sino como la “Percepción Trascendente”, facultad del Espíritu de conocerse a sí mismo. Distinto a erudición (mera acumulación de nociones por el empleo de la memoria). El conocimiento verdadero es de tipo intelectual (espiritual) por oposición a lo racional. Intelectualidad es en esencia capacidad de captación Espiritual. Mediante el Intelecto, la Realidad Esencial es percibida tal cual es. Intelecto es conocimiento supra-racional y supone una identificación entre quien conoce y aquello que conoce
2 Nos encontramos en la época del KALI–YUGA, la “Edad Oscura”. Si comparamos esta época con el ciclo anual, el Kali-Yuga equivaldría al invierno. Caracterizado por el ocultamiento de la Tradición y la mezcla de las castas (hasta su desaparición). El Kali Yuga como era de las tinieblas, tiene su equivalente en la “Edad de Hierro” de la Tradición Escandinava o en los “pies de
la Estatua” en el sueño simbólico de Nabucodonosor en la Tradición Hebrea.
3 CASTAS son las divisiones jerárquicas que en una Sociedad Tradicional se establecen con el fin de asignar funciones acordes con las naturalezas particulares de los individuos de los que ésta se compone. Sacerdotes, Caballeros y Artesanos, son superiores a la población común. La aparición de las castas es posterior a la Era Primordial. De las cuatro castas tradicionales (Brahmanes, Kshatriyas, Vayshias y Shudras), las tres primeras son superiores (llamadas Aryas) y la última es la que agrupa al pueblo llano. Se contempla de igual forma la posibilidad de estar fuera de ellas: por arriba de la más alta (Ativarna) o por debajo de la más baja (Avarna). Los BRAHMANES representan la primera y más elevada de las castas, es la casta Sacerdotal, su ámbito
de acción en el campo iniciático es el de los Misterios Mayores y son los detentores del Poder Espiritual. Los KSHATRIYAS son la segunda en jerarquía de las castas, ella comprende a los caballeros o guerreros, siendo su grado más alto el de Rey, son los de-
tentores del Poder Temporal y su ámbito de acción en el campo Iniciático es el de los Misterios Menores. Los VAYSHIAS son la tercera y más baja de las castas superiores o Aryas de la tradición, en la cual se agrupan los obreros o artesanos y los comerciantes, sus iniciaciones son basadas en la práctica de un oficio y pertenecen al dominio de los Misterios Menores. Los SHUDRAS son la cuarta y más baja de las castas en que se divide la sociedad tradicional, a ella pertenece la masa del pueblo, esta casta no está cualificada para la iniciación, ellos solo deben conformarse con el conocimiento exotérico o religioso. En la Era Primordial, antes de la “Caída” existía una casta única “HÂMSA” que en sánscrito significa “soplo” (spiritus). En el momento actual que vive
la Humanidad, la mayoría de los individuos son “AVARNAS”, es decir, están fuera (por debajo) de la más baja de las castas.
4 La noción de las “Castas” ha desaparecido totalmente en occidente, siendo substituidas por una “caricatura” socio-económica denominada hoy “clases sociales”, lo cual no es más que una de esas “inversiones” del simbolismo tradicional característicos de occidente moderno. Los occidentales -por cierto-, llegan a ver en la India; donde aún se conserva parte de la noción de las castas y donde dicho principio se aplica de la manera como se corresponde según la ortodoxia tradicional; un prejuicio “igualitario”, un “anacronismo” o una “injusticia”.
5 No se debe confundir el término “Sacerdote” aquí empleado, con el clero católico religioso, donde se incluyen presbíteros, obispos y otras jerarquías religiosas. Aquí nos referimos al “Sacerdocio Iniciático” que refiere al guardián y transmisor por excelencia de la Tradición, quien dirige los ritos y por tanto confiere la Iniciación Efectiva. Es prudente -no obstantehacer una diferenciación entre los Brâhmanes (Casta Sacerdotal) que conceden las iniciaciones en las tradiciones orientales, donde la transmisión es personal de Maestro Espiritual a Discípulo y el caso de la Masonería, en donde no hay un Maestro Espiritual encarnado y es la Logia quien recibe e inicia. Hay un Maestro Simbólico y el Maestro Espiritual es la “Shekinah” en el centro de la Logia.
Retales de masonería – No 105 – Marzo 2020
Existe en el espíritu moderno, una especie de concesión o permisividad que procede de este falso principio de la tolerancia, lo que se traduce en una indiferencia respecto de la “Verdad Tradicional”. No es que se pretende impugnar a la tolerancia “per se” en el sentido de que esta facilita las relaciones que se ejercen entre los individuos, sino que no se debe está de acuerdo con la inclusión en las organizaciones iniciáticas de pseudo7-doctrinas; al estilo del teosofismo, ocultismo, espiritismo, iluminismo, corrientes nueva era y toda esa clase de “locuras” antitradicionales que han aparecido y se han multiplicado recientemente. No se puede permitir que un hombre común (sin entrenamiento médico especializado), opere de corazón abierto a un paciente con un trastorno cardiaco, porque debemos ser tolerante. El ejemplo es al extremo, pero lo que se desea vislumbrar, es que ese hombre común, seguro mata al paciente; y así también – mueren las organizaciones tradicionales, cuando se tolera el ingreso de falsas doctrinas. Con la concesión dada a la “tolerancia” y a su “hijo”, el "libre pensamiento", han ingresado a las logias y demás organizaciones tradicionales de occidente, las creencias más quiméricas que jamás se han visto en tiempo alguno. El resultado de todo este proceso es -por lo tanto- una anarquía intelectual. Este mismo proceso en el campo del “exoterismo”8 en especial en el “exoterismo religioso de occidente” ha traído como consecuencia, una multiplicidad indefinida de sectas religiosas9, pseudo religiosas y de sistemas filosóficos modernos; algunas pretendiendo encontrar “confirmaciones” de las Doctrinas Tradicionales en los descubrimientos de la ciencia moderna y en toda clase de teorías científicas tan efímeras como pretenciosas, lo que ha derivado en el hecho de que el caos sea cada vez más sorprendente. Una cosa es permitir que cada iniciado piense, hable, escriba o actúe según sus convicciones en el mundo profano, dado a que se debe respetarse el libre albedrio; otra la es, permitir que cualquier pensamiento no cónsono con la doctrina tradicional penetre en las organizaciones iniciáticas. El libre albedrio desaparece cuando se ingresa al templo de cualquier organización iniciática10, en especial cuando ese templo está dedicado a la Gloria de Dios; y, por el contrario, todos deben apoyar y defender a la “DOCTRINA TRADICIONAL PRINCIPIAL”, no se puede permitir que, en el templo, los hermanos o iniciados “coman del fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y el mal”, aquí todos deben defender y proteger al “Árbol de la Vida”. Las doctrinas tradicionales de Oriente siempre han ignorado lo que en occidente se adorna con este nombre de "tolerancia", ellos saben que eso no es más que una real apatía a la búsqueda de los verdaderos principios tradicionales. El beneplácito que se hace – por ejemplo – en las logias masónicas a la “tolerancia”, representa un indicio notable del grado de abatimiento al que les ha conducido la renuncia a la tradición; so pretexto de “tolerancia”, se tornan
cómplices inconscientes de verdaderas falsificaciones de la doctrina tradicional, muchas veces cuya intención oculta está lejos de suponer. En ocasiones, nada es menos tolerante en la práctica que los individuos que sienten la necesidad de predicar la tolerancia y la fraternidad. La verdadera iniciación, implica algo muy distinto a la idea de "tolerancia", “libre pensamiento” o "libertad de conciencia"; esta triada les ha abierto las puertas de los templos al punto de vista profano, y lo más peligroso es que en muchos casos, estas erradas perspectivas o enfoques, son aceptados como válidos. Por lo ante-
rior, es imperativo tomar consciencia, de que la ya demasiado famosa “tolerancia”, es una actitud específicamente
6 La VERDAD en el campo de las contingencias (mundo manifestado) y más propiamente en el dominio individual, puede ser susceptible de múltiples adaptaciones producto de la ilusión de “separatividad” propia de este dominio, lo cual da lugar a la existencia de aparentes “verdades relativas” las cuales no pueden ser vistas de otra forma que como expresiones singulares de La
Verdad UNA. La constatación de existencia de tales “verdades” múltiples no constituye en forma alguna la prueba de la inexistencia de una “Verdad Absoluta” que les trasciende, siendo a la vez su fuente y su final. La Doctrina Tradicional es una expresión de la Verdad. Una “Verdad Espiritual” solo se obtiene por Percepción Directa Trascendente (INSPIRACIÓN) y no puede ser trans-
mitida o comunicada más que por “Revelación” (es decir de manera indirecta por vía del conocimiento racional o por una aplicación del Simbolismo) por ser el producto de una vivencia interior y por lo que se constituye de esta forma en una Contemplación en Secreto.
7 El término “pseudo” se utiliza para definir algo que “pretende ser, pero no lo es”.
8 El EXOTERISMO es el campo de la “Tradición” que está dirigido a la masa del pueblo llano, no cualificado para una iniciación. Es el aspecto “exterior” de la tradición. En occidente tal aspecto reviste comúnmente la forma religiosa. El campo del Exoterismo pese a pertenecer al ámbito Tradicional es sin embargo Profano.
9 SECTA, del latín sectum (escisión, separación) es un término que es empleado para referirse a divisiones derivadas de las religiones. Las sectas, sufren siempre una pérdida cualitativa respecto del tronco del cual provienen. Puede incluso que en el origen de alguna secta se encuentre una vulgarización incomprendida de algún aspecto Esotérico de la Doctrina.
10 Cuando se abren los trabajos en cualquier organización iniciática, ese espacio pasa a representar a la Era Primordial (Jardín del Edén, Paraiso Terrenal, Edad de Oro) y por consiguiente el libre albedrio desaparece para dar paso a la “comunión con Dios”.
Retales de masonería – No 105 – Marzo 2020
moderna y profana11, que consiste, como ya algunos lo han entendido, en conceder a no importa cuál error los mismos derechos que a la “Verdad”. Todo aquel que ha logrado una iniciación efectiva o que se considere un verdadero maestro, debe hacer todo lo posible para impedir que falsas doctrinas o elementos profanos en general; penetren, se extienda y se desarrollen den tro de las organizaciones iniciáticas. Se entiende que esto – por demás – es una tarea frecuentemente muy penosa, so-
bre todo cuando “aquel defensor de la doctrina tradicional” se encuentra obligado a hacerlo en presencia de la obstinación de algunos, muchas veces es necesario repetir cosas que, normalmente, debería bastar haberse dicho de una vez por todas. La obstinación con la que el “defensor de la tradición” se choca, no está siempre exenta de mala fe; y, a decir verdad, la mala fe misma implica forzosamente una estrechez de miras que no es en definitiva más que la consecuencia de una incomprensión más o menos completa, eso, cuando no ocurre también que incomprensión real y mala fe, así como necedad y maldad de intenciones, se mezclan de una tal manera que es a veces bien difícil determinar exactamente la parte de una y de la otra. Al permitir concesiones hechas a la incomprensión, el iniciado permite así concretamente la vulgarización de las enseñanzas iniciáticas.
Muchos de estos inconvenientes y malos ratos, se pueden evitar en cuanto no se admitan candidatos a la iniciación que no estén cualificados12, y que no hayan concluido y aprobado exitosamente una formación propedéutica mínima, desaprobando solicitudes de individuos que no hayan culminado dicha formación o sean incapaces de asimilarla. La selección de los candidatos es una de las operaciones más delicadas que se realizan en una Orden Iniciática, pues de su correcta ejecución depende la nobleza del metal con que estarán forjados los eslabones que integrarán su
cadena. La selección de candidatos a la iniciación debe comenzar con la escogencia de “Candidatos Cualificados”, se trata de la BASE de todo el proyecto, los candidatos deben ser elegidos y probados con suma cautela antes de ser considerados verdaderos recipiendarios de la iniciación. No se pueden poner al alcance de todo el mundo, las verdades de la doctrina esotérica13, en especial, cuando ese “todo el mundo”, comprende una gran mayoría de necios e ignorantes: “No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen” (Mateo 7:6).
El ingreso de individuos no cualificados a las organizaciones iniciáticas es una de las causas principales de que,junto con ellos, ingresen toda clase de preocupaciones de origen eminentemente profano, causando la degeneración y vulgarización del conocimiento iniciático.
11 La introducción del falso principio de la “Tolerancia” como una virtud masónica, proviene del campo de las luchas dinástico - religiosas cuando el rey usurpador de la corona británica, el holandés Guillermo I de Orange, luego del cisma de 1717 que dio paso a la creación de la Gran Logia de Londres, proclama el Bill de Tolerancia para detener los enfrentamientos dentro de las
logias entre anglicanos, católicos romanos y protestantes.
12 La Iniciación como proceso contempla como una de sus condiciones fundamentales, la “Potencialidad”, esta refiere al conjunto de cualificaciones o posibilidades latentes en el individuo. Estas cualificaciones pueden dividirse básicamente en dos (2) grupos. El primero comprende aquellas cualidades de tipo intelectual que son exigidas al Individuo que es candidato a la Inicia-
ción, siendo la principal de ellas, una amplitud de horizonte que le permita acceder al conocimiento de verdades de orden superior. Esta es básicamente la cualificación primordial. El segundo grupo contiene aspectos secundarios relativos a la modalidad corporal y que sólo tienen razón de ser vistas como coadyuvantes de la condición primera y principal ya mencionada. Ejemplos de estas son la prohibición de Iniciar a individuos con defectos físicos y psíquicos como: sordera, ceguera, tartamudez, tuertos, bizcos, estrábicos, cojos, jorobados, enfermos físicos incurables, mudos, desórdenes graves del lenguaje como afasia o dislexia, rengos, mancos, desviación grave de la columna vertebral, lisiados, mutilados, paralíticos, castrados, tuertos, leprosos, enanos, gigantes,
seres deformes, enfermos psíquicos crónicos, psicópatas, esquizofrénicos, psicoanalizados (freudianos), autistas, bipolares, narcisistas, ególatras, retrasados mentales, alcohólicos, drogadictos, hermafroditas, homosexuales, bisexuales, pederastas, antropófagos, necrófilos, ateos, materialistas (marxistas), espiritistas, ocultistas, teosofistas, umbandistas, macumberos, brujos, hechiceros, proxenetas, basureros, sepultureros, empresarios de pompas fúnebres, carniceros, matarifes, usureros, delincuentes, etc., etc. El verdadero candidato a la iniciación es un “ELECTO” es decir, es aquél que poseyendo las cualificaciones necesarias escoge consciente y voluntariamente la Vía de la Iniciación. “Porque muchos son llamados, más pocos escogidos” (Mateo 22, 14).
13 El ESOTERISMO representa el aspecto “interior” de la Tradición. Enseñanza de una Doctrina secreta que se transmite por tradición oral a los iniciados de una Escuela de Misterios que completa y profundiza la doctrina externa o Exotérica. Esoterismo implica la puesta en práctica de una técnica de Ascésis que constituye una verdadera “ciencia del Alma”, por tanto, Operatividad no solamente Especulación.
Retales de masonería – No 105 – Marzo 2020
Se sabe por los hechos, que la divulgación de aspectos no trascendentes y de un orden completamente profano, como las concepciones filosóficas, académicas y científicas modernas dentro de las organizaciones iniciáticas, produce vulgarización de la doctrina con todas sus nefastas consecuencias.
La vulgarización actual que ha penetrado en las organizaciones iniciáticas se ha acrecentado, ya que se difunde lo que más interesa al “gran público” a consecuencia de la educación profana que se ha recibido, y también porque esos aspectos profanos y no trascendentes, son los que proporcionan un reflejo ilusorio de un agradable “saber” adquirido a poco precio. Los procedimientos en uso en la enseñanza rudimentaria que se impone a todos en el mundo moderno han ingresado en las organizaciones iniciáticas de occidente (y en especial en las logias masónicas), creando una mentalidad “cientificista” del que bien pocos son capaces de deshacerse después. Actualmente está ocurriendo un tipo muy grave de vulgarización dentro de la doctrina tradicional, que represen-
ta peligros muy delicados y serios; y que, consiste en una mala interpretación y un sincretismo14 de las doctrinas orientales, practica muy común que hoy ha penetrado a la “gran mayoría” que se designan genéricamente como la generación de la “nueva era”. Este tipo de vulgarización produce groseras contrahechuras; que se imponen a la muchedumbre, que seducidos por este tipo de deformaciones caen presas de estas mentiras. Todo vulgarizador de la doctrina iniciática quiere extender lo más posible las ideas que exponen. Para ello, acomodan sus falsas enseñanzas – en detrimento de la verdad – a la mentalidad de aquellos a quienes se dirigen, en especial, a esa porción de nuestro hemisferio occidental, a ese “pueblo medio”. Los vulgarizadores, habiendo consta-
tado el éxito que tienen estas cosas en un medio bastante extenso, encuentran oportuno aprovechar esta “moda” y han hecho de ello una verdadera empresa comercial, y difunden indistintamente todo lo que les parece que se acomoda a la satisfacción de los gustos de una cierta “clientela”, lo que, evidentemente, es su principal preocupación. El problema es que toda esta “moda de falsas ideas” sobre la doctrina tradicional, ha ingresado en las organizaciones iniciáticas como producto de la ignorancia y de la incapacidad. Muchos individuos ya no saben hacer siquiera la distinción entre
la obra de los vulgarizadores de toda especie y una exposición verdaderamente tradicional; ya se perdió – incluso en algunos iniciados – la capacidad de discernimiento que permite “separar la paja del trigo”. Los vulgarizadores de las enseñanzas tradicionales son simples charlatanes, que se encuentran sobre todo entre los pseudo-esoteristas, que engañan a sabiendas al público presentándole sus propias invenciones bajo la etiqueta de doctrinas de las cuales ignoran casi todo, contribuyendo así a aumentar más la confusión en el espíritu de ese desdichado público. Las personas de nuestra era están a la merced de tanto la necedad e ignorancia pura y simple, como de la mala fe; y en algunos casos, una mezcla de una y otra. Algunos vulgarizadores operan bajo el esquema de una simple sentimentalidad o emocionalidad, y otros – que son la mayoría – bajo un patrón de un provecho material; esto ha penetrado en el seno de algunas organizaciones iniciáticas y en sus doctrinas, provocando una formidable regresión intelectual, que ningún progreso material podría compensar.
Reunamos con “lupa”, lo tradicionalmente “disperso” en ese “mar de contradicciones”, para ello se hace necesario realizar un viaje hacia lo primigenio, lo primitivo, lo raigal, lo ortodoxo y lo principal.

Autor
Melki-Tsedek
Bajo el Cenit de Manoah, en el Valle de San Cristóbal, estado Tachira, al Or⸫ de Venezuela, Tierra de Gracias,
A los diecinueve (19) días del mes de diciembre del año del Señor 2019
@ernestormm
“In omnia amoris et serve”
“Opus Novum Caelum Et Nova Terra Sumus”
HRDM+KLWNNNG

14 El SINCRETISMO es una indeseable mezcla de elementos provenientes de formas Tradicionales diferentes. Procedimiento de carácter esencialmente analítico. Yuxtaposición (realizada “desde el exterior”) de Símbolos, Ritos y Doctrina a los que nada unifica entre sí. Procedimiento común de las escuelas ocultistas y pseudo-iniciáticas de occidente, contrario a la verdadera síntesis Tradicional.

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